Gastronomia Española
Apenas se sabe cómo se cocinaba en la península ibérica antes de la llegada de los romanos. Antes que ellos es
muy posible que se cocinase con grasas animales y que se desconociera el empleo de aceites de forma culinaria.
Los pueblos invasores mediterráneos se dedicaron a extraer metales preciosos, dejando una infraestructura escasa
para la exportación de algunos alimentos. Se hizo famoso el garo, una salsa elaborada con trozos de pescados
fermentados, llamada gáros por los griegos y luego garum por los romanos,8 que fue apreciada primero en Atenas y
posteriormente en la Roma imperial, llegó a ser un ingrediente típico de los primeros siglos de nuestra era.
Es característico de la cocina española tradicional que se alabe, a veces, más a un cierto ingrediente en concreto
que a una preparación culinaria. De esta forma, resulta habitual que se alabe a un pescado de una costa específica,
a un jamón de cierto lugar, a un garbanzo de un cierto pueblo, etcétera. Esto hace que muchos platos y preparaciones
posean la denominación del lugar de donde proceden los ingredientes de la mejor calidad. La variedad del clima
español hace que pueda darse un gran abanico de diferentes verduras, cereales, hortalizas y frutas. Esta variedad
se puede notar en las diversas cocinas regionales españolas.
En general, son abundantes los platos elaborados a base de legumbres (garbanzos, lentejas, judías, etcétera),
empleadas en los diversos cocidos y potajes cocinados a lo largo de toda la geografía española, aunque ambos con
variaciones regionales en su uso más o menos importantes.
España posee dos líneas costeras amplias y esto hace que se pueda proveer abundantemente de productos marinos no
solo a zonas limítrofes sino que también a grandes ciudades del interior. Este contacto con el mar hace que la cocina
española posea abundantes recetas de pescado y marisco. Se pueden considerar entre los mariscos, que dependiendo
de la zona son populares, los percebes, centollos, nécoras, almejas, bogavantes, cigalas, langostinos y calamares.
Entre las carnes cabe decir que el consumo de carne de cerdo está muy extendido por el territorio, siendo España uno
de los mayores consumidores (y productores) de esta carne en la Unión Europea. Existe una raza autóctona: el cerdo
ibérico, que es muy valorada. La mayor parte de la carne de cerdo se dedica a la chacinería, que posee diversas
variedades de embutidos en cada región de España, tal y como pueden ser los chorizos, las morcillas, los morcones
(botillos), etcétera.
Algunos Platillos
Huevos rotos (con chorizo preferiblemente)
Bocata de pan con calamares
Calamares en su tinta
Torreznos
Tortilla de patatas
Migas del pastor
Arroz negro
Pimientos de piquillo rellenos
Arroz caldoso con pollo
Cocido madrileño
Patatas revolconas
Gambas al ajillo
Patatas bravas
Bacalao a la vizcaína
Fideuá
Chorizo a la sidra
Bacalao al pil-pil
Paella valenciana